Cuando Eze mordió la Chocolatina de los Deseos y pidió un deseo, de repente se encontró en el lugar que siempre había anhelado: el planeta Dulce. En el asombroso planeta Dulce había praderas de ricas piruletas, montes de caramelos, campos nevados de delicioso helado... Además el planeta Dulce estaba habitado por seres de peluche: el conejo gigante, el panda, el oso, un pulpo guardián del árbol de los siete sabores...
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